jueves, 20 de marzo de 2014

Calentada mañanera al Vignemale

El lunes por la noche hablo con Edu y me enciende una bombilla que llevaba tiempo olvidada, a la espera. A la mañana siguiente llamo a Egoitz y ya está, engañado! El plan es uno de esos que tanto nos gustan...jeje queremos ir a hacer el Gaube del Vignemale desde el Balneario de Panticosa. Así, Egoitz y yo nos juntamos en Sabiñánigo el martes por la tarde y subimos a dormir al Balneario a cenar un buen plato de queso con pasta y al sobre, que mañana se presenta un día largo.
A las 5:08 de la mañana nos ponemos en marcha hacia el collado de Brazatos (el de la izquierda del Bacías), con la luz de la luna y la tenue luz de los frontales. La primera parte de la subida, hasta que tumba un poco, fue horrorosa!! La nieve a veces sin helar, a veces costra y a veces dura junto con las huellas de esquís y paseantes de los días anteriores, no nos dejaban avanzar cómodos y la cabeza se empezaba a poner en contra... menuda nieve de mierda, así no va a estar el Gaube en condiciones, me duelen las piernas, no quiero subir, etc etc etc. 
Después de esto, la nieve va cambiando a dura y con esto vuelve la motivación. Y poco a poco, en poco menos de 2 horas, nos plantamos en el collado. Frontales a la mochila que empieza a amanecer y para abajo.
En el primer collado, preparándonos para la bajada hacia el valle de Ara.
En el valle de Ara volvemos a poner las focas y nos dirigimos hacia el collado de los Mulos. Mientras nuestra mirada no se separa de la cara este del Vignemale, intentando comprender por donde nos decía Edu que bajaron ellos el año pasado. Pero no lo teníamos muy claro.
Empezando a bajar desde el collado de los Mulos hacia el glaciar norte del Vignemale.
En 3 horas y media desde que habíamos salido del coche nos plantamos en el collado de los Mulos. Que bien vamos de tiempo! Por ahora vamos cumpliendo los horarios previstos, así que para adelante. Y al bajar al glaciar........ vemos la cara norte del Vignemale. Con bastante poca nieve, pero impresionante.
Subiendo hacia el corredor.
Ante la duda de si estará formado o no, comemos algo, ponemos rápido las focas y hacia el cono de entrada del corredor. Teníamos que verlo, nos podía la incertidumbre.
Remontamos el glaciar por su izquierda, para verlo más claro, y... nadaaaa!! Justo justo.Unas huellas de subida y de bajada dirección al corredor nos decían que ya se habían metido y al parecer no habían triunfado. Sin esquís, con más material y con más tiempo se podría, pero si perdíamos mucho tiempo allí dentro la vuelta al coche iba a ser demoledora. 
Comenzando la subida hacia el collado de Oulettes.
Barajamos alternativas y al final decidimos no pasear el material más de lo debido y poner rumbo hacia la furgo, que todavía quedaban dos subidas al picante sol. Y nada, poco a poco, sin ninguna prisa, sin pasar sed ni hambre (esto es un lujazo) fuimos subiendo.
Bajando del collado de Oulettes hacia el valle de Ara
Al final la vuelta se hizo amena y disfrutamos de buena nieve primavera. El sol había hecho su trabajo y nos la dejó perfecta. No en todas las palas, está claro..jej
Antes de hacer la última bajada hacia el coche.
Acabamos gozando de un paisaje y un lugar precioso y bastante solitario. Muy buena esquiada, aunque faltó la guinda del pastel (el Gaube). Eso sí, ahora ya tenemos tiempos y creemos estar casi seguros de por donde se baja del Vignemale sin perder demasiada altura. La tercera será la vencida!!!
Porque esto no para, bajas de una y ya piensas en la siguiente!

viernes, 14 de marzo de 2014

Tipi-tapa tipi-tapa esquiiii!!

Estos últimos días el piri nos está ofreciendo momentos preciosos, menuda semana. El calorcito ha llegado a nuestras casas, no se si para quedarse o de manera pasajera, pero aquí está. Y el monte está goloso para el esquí, con nieve dura por las mañanas en las caras sur y primavera para la hora de bajar. No podemos pedir más, después de estar unos meses con borrasquillas y tiempo inestable nos ha llegado la hora de disfrutar!
Para el primer día nos calzamos los esquís y fuimos una cuadrilla maja hacia la zona del Musales, la ostia! Una zona nueva con diferentes palas por las que bajar y con diferentes posibilidades. 

Poco a poco, tipi tapa, vamos hacia arriba, con alguna que otra baja temporal, pero que se recupera rápidamente. El calor fue un acompañante bastante pesado, nos aplastaba y nos agobiaba, pero hubo que apañárselas para llevarlo de manera amena; unos se subían las mangas de la camiseta, otros se quitaban los guantes, otras se remangaban los pantalones transformándolos en pantalonetas... Lo malo que las consecuencias fueron los picores y las incansables preguntas del lunes al ir a currar..jaja



Menudo equipo!! 
Y después da la foto cima, del gallinero y demás, nos calzamos los esquís y a gozar entre los bolos de nieve pesada que rodaban hacia abajo. Luego, en zonas más recogidas donde el sol no le había dado con tanta intensidad, la nieve estaba crema, disfrutona.
Primera pala de bajada, hacia la cara sur-oeste

Para el día siguiente el grupo se divide y vienen refuerzos de Iruña. Nosotros pusimos rumbo a Collarada, mítico, visible y buen monte para los esquís. La subida se hace dura, porque desde el primer momento parece que ya estás pero nunca llega. Y la bajada es brutal! 
El fiat del sendero, como habrá llegado..

Las vistas del lugar son curiosas, ya que justo debajo se puede ver Villanua, como si estuviese ahí mismo. 

Fuimos tipi-tapa hacia arriba y aibaaaa, llegamos! Desde la cima de este monte y con el día despejado las vistas son preciosas. Se ve gran parte del Pirineo, vestido de blanco. Desde arriba del corredor nos calzamos los esquís, un par de giros cortos y a empezar a ir de lado a lado de la pala. Lo que cuesta subir y lo rápido que se baja, esto no está bien equilibrado.

En el corredor final, con la roca tapizada de nieve.

Después de un día de reposo activo, nos volvemos a engañar los unos a los otros y nos juntamos en Linza Juanjo, Alberto, Carlos y yo. La semana sigue igual y el día se presenta entretenido. La idea es enlazar el Petretxema, Atxerito y Txinebral, perdiendo la menor altura posible al pasarnos de uno a otro. La nieve está durita y hay mil huellas, así que para arriba sin perder tiempo.
Llegando al Petretxema
Lo que al principio nos parecía que iba a ser mucho luego se fue convirtiendo en algo fácil, ya estábamos en el Petretxema, lo más duro ya estaba hecho, solo quedaba una bajadita corta y con buena nieve, subida corta y rápida, bajada corta, subida corta y bajada largaaaaa hasta el coche.
En las palas de la cara norte o noreste del Atxerito.
A mitad de subida hacia el Atxerito, donde empezaba a pingar más nos pusimos los crampones y por una huella un pelín tapada subimos sin ningún problema al Atxerito.
Carlos subiendo la parte final del Atxerito

Juanjo contempla la bajada del Atxerito y la posterior subida al Txinebral
Una bajada corta y con mejor nieve que la anterior y parriba otra vez. Acabamos eligiendo una pala de la derecha de las rocas del Txinebral para subir y no perder más altura, porque los dos corredores que tiene se intuían con cornisa, e hicimos bien... 
En el Txinebral, con el Midi de fondo

Carlos, Juanjo y un servidor
Y tras subir al Txinebral, vuelta a quitar focas y a disfrutar de la bajada larga y contínua de este. Para esta bajada la nieve sí que había revenido y buaaaa. Lo único que las piernas se calentaban antes de lo querido y había que ir haciendo paradicas y esas cosas.
Acabó siendo una bonita vuelta, más sencilla de lo que en un primer momento habíamos pensado. Como decía alguno la próxima con la Mesa, aunque no se yo... ;)
El monte lleva una semana que da gusto, hay que aprovecharlo!!

viernes, 7 de marzo de 2014

Kandersteg: degustación

Un mes atrás el tiempo era bastante diferente al de ahora, nos íbamos hacia Kandersteg en vez de estar en la terraza tomando el sol. La meteo no era extraordinaria ni las condiciones optimas, pero allí que íbamos, con ilusión, optimismo y una furgoneta llena hasta más no poder. 8 personas, sus armarios y comida... tetris!!!

Nos juntamos Javi, Manu, Miguel, Diego, Oscar, Victor, Ruben y yo para poner rumbo a Suiza. Destino nuevo, desconocido, con ideas poco claras, pero guapo, muy guapo! Sabíamos que las condiciones no eran como las de otros años en las que se formaban hasta los colgajos de las casas, pero era de los pocos sitios en los que íbamos a poder pinchar en condiciones.
Llegamos a la casita de las películas de miedo...... no había nadie para atendernos ni nadie alojado a la vista, casa grande, con 3 pisos, con espejos en los pasillos-escaleras-salones, silencio, de madera.. lo tenía todo!
Primer largo de la cascada Rubenzal
Conocimos zonas maravillosas, llenas de agua helada vertical, magníficas estructuras delicadas. El primer día catamos Miguel y yo el primer largo de una de las cascadas del sector Oeschinensee (o algo así), pero nos tuvimos que quedar con la miel en los labios.. una pena, pero para ganar antes hay que aprender a perder.
Subiendo al sector Breitwangflu
Al segundo día fuimos a probar mejor suerte en las zonas altas, al mítico sector Breitwangflu, donde se concentran una serie de cascadas cabronas y verticales. Con los esquís poco a poco toparriba por la pista, hasta encontrarnos con las primeras cascadas de hielo, momento en el que te empieza a faltar aliento..jejej
Una miradita a la Metro
Después de descartar la vía Metro nos acercamos a la conocida Crack Baby. Oscar y Ruben ya se habían metido por delante y Miguel y yo fuimos a por ellos. Que buen trabajo hicieron picando todo!!
Oscar en la reunión del primer largo tieso

En el primer largo tieso, con lindos agujeros para los pinchos

En la ducha de altura
Al final nos volvimos a quedar con la dulce y peligrosa miel entre los dientes, la saboreamos pero no pudimos ingerirla. En lugares así nosotros somos los "esclavos", gobernados por el tiempo y todo lo de alrededor. No hay más que tragar y pa abajo.
Miguel recogiendo las cuerdas
Acabamos matando las fuerzas pasando dos días en un espectacular sector llamado Ueschinen. A cada uno se nos acabaron antes o después, pero creo que todos bajamos suaves de estos desplomes con algún que otro churrupito colgando.
Manu en su salsa y yo asegurando anonadado de sus movimientos pélvicos.

Pequeño y chapucero colash con unas foticos de los caretos.
Como no, no faltaron risas y diversión!! Aspectos importantes que hace de una salida una divertida semana con los amigos. Hubo momentos divertidos, momentos duros, momentos lectivos, etc. los cuales forman toda una historia. Gracias a Javi por las "clases"! 
Para la próxima esperemos que ir a Kandersteg sea como ir a comer a casa de la abuela.
Un gustazo!!