Femme Fatale

Tras una noche bastante movida por un riquísimo estofado de corzo que nos habíamos cenado nos levantamos pronto para no pasar tanto calor como el día anterior. Las sábanas parecía que se habían quedado pegadas con loctite.
Un buen cacho de bizcocho casero y a pasear un poco para bajar el desayuno.

Cuando llegamos al sitio donde se pueden dejar las mochilas el sol empezó a aparecer por el este, que bonito!
Sergio en el segundo largo, que sin ser un grado duro se hace muy peleón.
Llegando a la segunda reunión, con final feliz.

Empezando el tercer largo. Los seguros no estaban tan cerca como el día pasado.
En el final del tercer largo.
El cuarto largo, a plena solana. Un pasito al principio para entrar a una placa de quintoo más buenísima.
A concentrarse y a mirarse bien los pies, que sino no hay manera de subir. El quinto largo, fino fino de pies.
Poco a poco se va dejando, hasta que al final ya no te queda otra y aprietas como un condenado para no caerte a un metro por debajo de la reunión.
En el quinto largo.
El sexto largo, totalmente diferente. Una fisura jodida y un cacho más desplomado. En el cacho desplomado la roca está bien, no se nos rompió nada.
De aquí un último largo más guarrete y fin. Una vía muy bonita y plaquera. Si se va con ganas de apretar aquí lo haces. Algún que otro puente de roca sería mejor no testarlo con una caida, que son finitos.
El cuatro lo metes en los dos últimos largos.
Este Albert que buena vista tiene para las líneas!

Puñalada Trapera.

Esta vez toca conocer un poco más la Pared de Aragón de Montrebei, en concreto la Pilastra. No siempre tiene que ser apretar y sufrir, también hay que disfrutar, así que a la ''Puñalada Trapera''.

Tras una aproximación tirando a larga y sudados por la calor de la mañana llegamos a pie de vía.
Sergio empieza con el primer largo. Las placas tienen muy buena pinta, con agujeros y buzones!
En el primer largo. Al parecer no había tantos buzones como yo creía ver . .
A la izquierda yo en el segundo largo de la Puñalada Trapera y a la derecha una cordada en la Pilastra dels Voltors.
Sergio en el segundo largo. No te puedes desconcentrar, que sino te tira.

Menudo final de 6a+, hay que apretar.
En el tercer largo. A mitad de este largo había un pasito bastante toca huevos.
En el tercer largo llegando a la reunión. 'Uiiiii cuando quite este seguro más me vale no caerme, que sino con la columpiada que me daré me despellejo vivo por la placa tumbada y pinchuda'.
En el cuarto largo, muy bonito.
Sergio en el quinto largo, entrando en matojolandia.
En el quinto largo con mis compañeros los matojos.
Sexto largo, precioso. Primero una fisura de dedos y luego te sales a la izquierda a una zona vertical y con mucho ambiente.
Sergio en el sexto largo llegando a la reunión. ¿Hay ambiente no?
En el último largo. Una típica salida de quinto o más.
Se acabó. Un alivio para los pies, estaban empezando a molestar bastante por la calor.
Lo que se puede hacer con un poco de tiempo e imaginación. No teníamos sillas, así que algo había que hacer. Al principio no tenía mucho futuro la cosa, pero poco a poco fuimos poniendo un palito encima del otro y acabamos haciendo un auténtico trono. Y con las piedras quedó bastante sólido.
La idéa fue de Sergio, que lo lleva en la sangre.
Allá se quedó, en el sitio para aparcar que hay al lado de la valla. La toalla verde, ya lo sentimos, pero nos la tuvimos que llevar.

Todos a por una.

El sábado por la noche los aperturistas propusieron ir a la nueva vía que Edu y Javi habían abierto a la derecha del Espequio, ''España ye solo una''. Yo que había pensado en un fin de semana tranquilo y de adaptación . . todos mis planes a la mierda. Y claro, desde el primer momento ya dije: 'Estupendo'!
Acabamos asediando la vía. Con bien de magnesio dejamos todo.
Al llegar a pie de vía nos cayeron unos copos de nieve, al parecer hacía fresco, temperatura rotpunk!!!!jaj
Por lo visto estaba claro que Albert y yo nos tocaba ir los primeros, así que al lío. El primer largo nos puso las pilas. Con cinco chapas y pocas fisuras o agujeros para protegerse había que navegar bastante y no mirar la última chapa que poco a poco se iba quedando atrás. Este largo es el más bonito y a la vez el más exigente.

En plena faena y a por la siguiente chapa.
Albert llegando a la primera reunión. Un buen seguro, dos levas de un Totem verde. ¿aguantaría?
Unai que subía como un tiro por las gotas de agua.
Acariciando la roca.
Olatz, y tras ella la tercera cordada, Albert y Diana.
Albert en el segundo largo.
Albert y Olatz en la segunda reunión, Unai y Albert en la primera reunión y Diana apretando el mar de gotas de agua.
En el tercer largo, menos mal que aquí las chapas están cerca . . .
Albert en el quinto largo, un poco de matojotracción. Aun así sale un largo bastante bonito.
El sexto largo, que no se pone vertical en ningún momento. Se dejaba excepto un paso en la mitad de levitación.
Unai que se llevó unas cuantas fotos. Parece vertical eeeeee! Pues no!



Yo en el último largo. Un largo corto pero muy bonito. Un poco desplomado y con cantos.
Albert y yo en el último largo.
Albert en el sexto largo. El chico se cuida la imagen, bien colorido.
Parece que un poco aprieta. Las luces del sol al atardecer lo vuelven todo colorido.
Rapelando, de culo a por el arbolito. Menos mal que no era de los que pinchaba.
Gracias a los conocimientos de Salvado (el guía de Montañesa) casí conseguimos llegar al coche sin encender las linternas.
En definitiva una vía muy buena y para apretar en libre. El largo más duro se pasa perfectamente con el noble arte del marranéo. El primero y el sexto son los más exigentes y los que pueden dar problemas de pasitos obligados.
Los rápeles que van por la vía se hacen sin problemas, y en cuatro ya estás en el suelo.