miércoles, 10 de junio de 2015

Chamonix y macizo Mont Blanc... con otros ojos! Gabarrou-Long al Pilar Rojo

Hasta hace poco menos de un año casi no conocía esta zona. Había estado un par de veces: una siendo txiki y en otra con los esquís de travesía. Pero nunca había escalado allí, todavía. Sin embargo, a lo largo de este curso académico han ido surgiendo oportunidades de viajar a esa maravilla de valle. Todo empezó en septiembre, cuando se dio la suerte/posibilidad de ir escalar y volver con Edu. Desde entonces, haciendo honor a cierto mote que unos buenos amigos me pusieron hace ya tiempo, las ganas de volver al macizo a escalar y conocer sitios nuevos fueron creciendo. Y como se suele decir, solo se vive una vez, y hay que aprovechar los momentos que se nos brindan. Así, de nuevo, nos encontrábamos bajo los abruptas y afiladas Aiguilles; pero, esta vez, con el equipo.

Como bien dice uno de los pirineistas más apasionados, "lo que importa no es el qué, sino el cómo y el con quién". Escalar y compartir los días con este artista siempre es un honor y una suerte. Mikel, transmisor de tranquilidad, seguridad y motivación; el "pastor" que cualquier rebaño querría tener. Quieras que no, siempre da un punto de tranquilidad a la hora de meterse en algún marrón.


Los navarricos.
Motivado nuevo y motivado de siempre.

Los primeros días, tras intentar algo que ya no estaba en condiciones de aceptarnos, nos movimos rápido y acabamos escalando un par de vías en la Aiguille du Midi; con Jorge y Mikel. Un día en la cara sur, en un granito espectacular, hicimos la vía clásica pero peleona Contamine. Menuda cura de humildad en los quintos. Y al día siguiente, tras dormir al lado de los baños del teleférico, prontico rapelamos de la pasarela hacia la cara noroeste de la Aiguille du Midi, para escalar la vía de hielo Vent du Dragón. Corta pero guapa vía, de muy fácil acceso y salida por la arista de los Cósmicos. No se respira ni un soplo de tranquilidad, ya que no hay un momento que no veas a nadie, pero como plan mañanero está bien.


Jorge en la vía Contamine de la cara sur de la Aiguille du Midi.
Buenísima!


Mikel en la vía de hielo Vent du Dragón de la Aiguille du Midi.
También muy bonita!


Recién llegados al barullo del teleférico.

Después de escalar dos días por encima de los 3600 metros ya estábamos bastante menos jodidos y mucho más calientes. La meteo parecía cambiar a más calor, isos altas y con alguna tormentilla de tardes. Parecía que teníamos que dejar de lado los piolos y afilar los gatos. Mikel lo vio claro, era la oportunidad de pasar a la cara sur del Mont Blanc. Allí la soledad nos esperaba!

La Integral de Peuterey era una de las actividades más ansiadas por casi todos los presentes. De esta manera, Jorge, Blin, Carlos y Omar se pusieron de acuerdo para ir en pandilla a probar suerte. Por nuestra parte, los navarricos nos íbamos a dirigir a la vía Gabarrou-Long del Pilar Rojo del Brouillard, y si lo veíamos bien al día siguiente saldríamos a cumbre por otra vía más sencilla. Los planes estaban listos, todo seco y preparado, la comida bien calculada, la info al día y las ganas desbordadas. Había llegado el momento de conocer aquel paraíso tan cercano pero tan desconocido y poco visitado por muchos aquellos que no salen del valle.


Secando todo y preparando para la próxima! :)


Pescando agua de un tanque justo después del refugio de Monzino.
Al fondo, nuestro objetivo del próximo día.


Últimas rampas antes de alcanzar el refugio-vivac de Eccles.
Desde aquí los pilares del Brouillard ganaban poderío.


Llegamos al chalet con vistas 5 estrellas.
Un cacho de hojalata muy bien cuidado y arreglado.

Por aprovechar el tiempo y descansar el día anterior, subimos en el día desde el parking donde se deja el coche hasta Eccles. Alrededor de 2400 metros de desnivel que los completamos en 6 horas exactas. Fuimos muy a gusto durante toda la subida, pero también es cierto que en las últimas rampas al sol el cuerpo ya no rugía como a primera hora. Aun así, el mecanismo funcionó de primera y no se caló! jeje


Dentro, 6 camas con somier y colchón bueno. Además de muchas mantas.
Estábamos de lujo.. todo para nosotros!


La línea dibujada. Exactamente como la hicimos.
Creemos que algún largo lo variamos un poco.


Una bolsa magnesio y un liofilizado... pura ligereza!!!!! jajaja
El invento funcionó de maravilla eh!


Fisuras perfectas, granito rojo, con canto.
Aquello era el paraíso!


Íbamos ganando metros y los pasos burricos nos hacían resoplar bastante..jeje


En la última parte del pilar, un 6c con comienzo cachondo.


Rápeles por las vías Bonati y del Piola.
La mayoría desde reuniones con parabolt.

De los 350 o 400 metros que tenía la vía no hubo un solo metro malo. Más sencillo o más complicado, todo nos pareció cojonudo! También es cierto que somos dos vendedores excepcionales y todo nos parece bonito jeje. Aunque, como decía, en algún largo seguimos otras fisuras o diedros, sin querer. Al comienzo del segundo bastión, en vez de meternos al largo de 7a+ o A2, nos metimos más a la derecha e hicimos dos largos de fisura/diedro de 6c buenísimos. El resto de la vía, más o menos, creemos haberla seguido por donde se debía. Al haber tan poco material a veces era complicado saber con seguridad si íbamos dentro o fuera de ella; además de estar rodeados por muchas fisuras y diedros posibles.

Nosotros no llevamos ni maza ni clavos, pero creemos que llevar una maza ligera para reclavar los clavos que hay en alguna reunión sería recomendable, ya que muchos se movían o incluso se podían sacar con la mano. No echamos de menos los clavos. Con un juego hasta el 3, repitiendo los pequeños hasta el 0'5 y unos fisus fuimos bien. Sí que es cierto que algunos de los largos los hicimos bastante largos y había que ahorrar un pelín. Pero somos dos costureras profesionales, metemos mucho y no nos faltó! Así que creo con ese material es suficiente

Tuvimos la mala suerte de que nos pillase la tormenta rapelando. Además de subirnos por un rato los huevillos a la altura de la corbata; la cabrona echaba granizo con maldad! Nos dejó calados, botas inclusive, que se encontraban en la base de la pared. Por lo que al día siguiente nos tocó bajarnos de Eccles al coche en vez de tirar para arriba. De todas formas, nos íbamos muy contentos, tanto nosotros como nuestras patas..jejeje


Fisuras 5 estrellas en la vía Maillont Manquant.

Bajamos y el siguiente día iba a ser el último para poder hacer algo; por lo que, haciendo caso omiso a los dolores en los cuádriceps, fuimos a pasar un día "tranqui" en la Aiguille del Peigne. Aproximación corta, 400 metros para escalar, roca buena, fisuras y diedros de granito de los que salen en las películas y vídeos de los buenos; era la hostia! Hicimos la vía Maillont Manquant hasta la décima reunión, que sino no íbamos a llegar al último teleférico y no teníamos ninguna gana de bajar de Plan de Aiguille a Chamonix a pata. La vía, totalmente recomendable :)

Por parte de los de la Integral, le echaron ganas y la acabaron. Zorionak!!

Y con 10 horitas de coche se vuelve a acabar lo bueno buenísimo. Aunque, si el tiempo lo permite, no tardaremos en volver; no nos vayan a echar de menos por allí! jeje
Quedaron y quedarán muchas historias pendientes, habrá que ir haciéndolas! :)
Egurreeee!!!!