jueves, 3 de mayo de 2012

Chulilla salvadora.

Llega otro rico puente de cuatro días y la Península Ibérica sigue siendo azotada por borrascas y tormentas que aparecen y desaparecen a su antojo. Pero con el tiempo se aprende que, si tienes ganas (componente importante), siempre hay algún sitio en el que poder escalar o hacer eso que tanto te gusta.
¡El tiempo no puede ser un condicionante para tener que quedarte en casa sin salir! Solo es una excusa para cuando no estás con ganas.
Nos juntamos en Iruña Olatz, Kepa, Unai y yo y tras estar un rato pintando nos ponemos en marcha hacia Chulilla. Un viaje un poco largo, pero merece la pena. Unas 5 horas desde Iruña, sin correr. 
Al igual que nosotros otros muchos también se acordaron de Chulilla a la hora de pensar en un destino. El el 'sector Oasis' (al lado del pantano) estábamos ciento y la madre, nunca había visto tanta gente junta escalando. De todas formas el único problema era calentar, luego la gente se iba expandiendo a lo largo de toda la pared y no había sensación de axfisia.
Las vías buenísimas. La roca en general buenísima, con algunos sitios un poco patinosos. Es una roca blanda y con el tiempo se convertirá en un patinódromo, pero ahora es un sitio expectacular para la escalada deportiva. El sector Oasis y los de su izquierda son de los mejores o los mejores de toda la escuela. Sombra hasta las 3 o 5 de la tarde (dependiendo de el lado del sector en el que te encuentres). Estás metido en un cañón con otras paredes en frente y un río entre medio, fantástico.
No hay muchas vías fáciles, algunos pocos 6a y 6b y la mayoría son de 6c para arriba. Es una pared plagada de septimos y octavos. La mayoría de las vías son largas y de continuidad, de estas que llegas a la cadena con los codos apuntando a la luna. 
La mayoría de las vías son de placas y chorreras, aunque hay de todo.
Kepa en un 6c+ un poco raro de chorreras gordas. Muy bueno.
El terremoto sin parar de escalar y pretar los cuatro días que estuvimos metidos en este sector. Todo el día de un lado para otro, disfrutando de la escalada Chulillana. Como veis las chapas en general están bastante cerca, lo cual no quiere decir que no te puedas ganar el máster de volador profesional.
Unos gloriosos días que recordaremos por las escaladas, la buena compañía y la majia del lugar. Entre tanta gente el buen rollo destacó. Solo una pequeña pega: de todos los perros que había en el sector uno (un pequeñajo) no paraba de ladrar y era un poco irritante.
Volveremos!!

3 comentarios:

Juan korkuerika dijo...

Aupa máquinaaaaa a ver si algún día conozco Chulilla que con tanta fama... No quiero ni imaginarme a Olatzi con ese perrillo pululando por ahí jajajajjajajajjaj
Venga fenómenos un abrazo y hasta la vista alpinistaaa

oscar dijo...

Esta claro que a ti no hay quien te pare y menos el tiempo.
Saludos.

Iker Madoz dijo...

Ya sabes Juan que a veces cuando te haces una idea demasiado buena de un sitio luego vas y te llevas un chasco. Espero que no sea así y que te inches a escalar cuando vayas!!!
Egongo gara!

Bueno, no siempre es así Oscar, pero ultimamente sí!jaj
Agur