jueves, 2 de febrero de 2017

Mozos del quemadillo... nueva vía en Montañesa!

A principios de diciembre, viendo que muchas paredes estaban mojadas debido a las lluvias de los días pasados, acabamos escalando Roger y yo en una de las pequeñas paredes de Peña Montañesa: la Espluga de las Golondrinas.

El primer día en un ambiente poco apetecible hicimos una de las vías de Albert y compañía llamada la Fuga del Trama. Bonito recorrido de buena roca. Excepcional para los días cortos de invierno, en los que se buscan pequeños recorridos en orientaciones soleadas.

Al día siguiente, ya con el cielo despejado, volvimos a la misma pared, pero esta vez a una línea que empezaba un poco más a la izquierda: la vía Mèche Courte. Buena vía, con muy buena roca y de recorrido bien buscado; ya que surca los mejores paños de la pared. Esta tiene además dos tramos de A2: el primero es un paso a bloque en una panza, en la que se protege bien con friends y la cual rondará el 7b/c (a nosotros no nos salió en libre, volamos) y el del último largo es escaqueable haciendo una rotonda dos metros más a su izquierda por un tramo de roca buena y sencillo, sin añadirle dificultad al largo.

Ambas vías están un poco olvidadas, apartadas, aunque no por ello son de menos calidad. Las dos merecen la pena!

De esta manera, tras nuestras dos visitas a esta pared, vimos un pilar central en el que se escondía una bonita línea, dispuesta a ser abierta por aquél que primero fijase sus ojos en ella. Y así fue, ya teníamos proyecto para la próxima visita; en la que, para hacerlo más emocionante, iríamos sin taladro. Si no conseguíamos pasar ya volveríamos en otra ocasión con la pistola.


Reseña de Albert de la vía Fuga del Trama.


Día nublado, húmedo y frío.


Roger en el último largo.


Reseña de Christian y Rémi de la vía Mèche Courte.


Haciendo fuerza en el bombo del segundo largo.


Disfrutando del sol y la tranquilidad del lugar.


Último largo de Mèche Courte.


Unas semanas más tarde, debido a las nevadas y a la obligación de dejar unos días tranquilas las montañas recién nevadas, Roger y yo nos volvimos a reunir en Oncins para comenzar con la línea fichada. Dos juegos de friends, unos cuantos clavos, fisureros viejos para machacar con la maza y ganas de volar... era lo que hacía falta!

En el primer intento conseguimos abrir hasta la mitad del tercer largo y, colgados de los seguros que clavamos en el diedro desplomado de mitad de pared, nos bajamos, con muchas ganas de volver. La roca era amable y daba suficiente canto para que las protecciones fuesen seguras y el grado asequible. Aparecían agujeros y puentes en muchas ocasiones, haciendo más sencilla la escalada.

A la semana siguiente, de nuevo en el mismo lugar y con intención de acabar la vía, nos pusimos en marcha con los primeros rayos de sol. Calentón para liberar el primer largo, placa de buscar recorrido en el segundo largo y deslomón en el tercero. La vez anterior Roger se quedó a dos metros de salir a la placa fácil pero, al contrario de lo que habíamos escalado, el canto ya no abundaba y unido al gran desplome se nos antojó difícil para pasar en libre. Volamos y volamos, uno no pasaba en libre, entonces se descolgaba a la reunión y el turno del otro; después de 4 vuelos seguimos sin conseguir alcanzar lo que creíamos parecía el canto salvador. Al final tuvimos que pasar requiriendo del artifo, una pena, tendrá que ir alguien fuerte para liberarlo. De ahí para arriba abrimos otro largo más, sencillo pero de roca un poco más móvil de lo deseado y nos acabamos uniendo a la vía Mèche Courte en su último largo.

La pared fue amable y tuvimos la suerte de no tener que crear nuevos seguros para poder pasar, con los agujeros y fisuras que nos brindaba fue suficiente para escalar esta bonita línea. Con lo que dejamos ya no hace falta pitonar.

Al final del segundo día, con la vía terminada y una jarra de cerveza en la mano, decidimos hacer mención a las costumbres del lugar y llamarla "Mozos del Quemadillo"; por aquellos no tan mozos de Ainsa que todos los años el 12 de enero suben a comer a la Ermita de San Victorians y después terminan de cháchara en Casa Ambrosio con un puchero de quemadillo en la mesa.

Esperamos que disfruten y no deje indiferente a los futuros repetidores. Nosotros nos lo pasamos bien durante los dos días de apertura.


El estético y mantenido pilar del primer largo.


Vista del primer largo desde la reunión... parece que está tieso.


Roger en el segundo largo.


Comenzamos con el diedro desplomado.


Hay que entrenar para pasar por ahí sin despeinarse... jejeje


Reseña de la vía Mozos del Quemadillo.


6 comentarios:

edu dijo...

Enhorabuena...me se antoja entretenido

Anónimo dijo...

yo diría más
ENTRETENIDO

apa salut León de Iruña
de l'amic de reus

Iker Madoz dijo...

jejejeje eso es bueno, así no os aburriréis cuando vayáis! ;)
Salut majo

Christian Pau dijo...

Zorionak por el blog. Viote.

Christian Pau dijo...

Zorionak por el blog. Viote.

Iker Madoz dijo...

Eskerrik asko Chistian.