martes, 15 de agosto de 2017

Tambo, Churros y Amigos al Jirishanca.

Estilo y elegancia!

Estilo el de los franceses Aymeric Clouet y Didier Jourdain por abrir esta vía tan bonita de manera limpia.
Elegancia la de la montaña... Jirishanca!

No es la montaña más alta de alrededor, ya que tiene como vecinos a los Siula y Yerupajás. Pero su cara este se lleva la palma de la mano en belleza. Una pared de roca vertical de, más o menos, 800-900 metros de altura acompañado de un sombrero de nieve y hielo.

Desde hacía unos años rondaba la idea de ir a probar suerte a esta montaña de la Cordillera Huayhuash, Perú; pero por cosas de la vida hasta este año no nos pudimos acercar. Unai, aunque no haya estado presente, juega un gran papel en esta historia, ya que fue él el precursor, el encargado de llenarnos la cabeza de colibrís.

Así, a mediados de julio, Roger Cararach, Marc Toralles y yo nos reunimos en Huaraz. Todos bien aclimatados y con ansias de ir a escalar.

Nerviosos, hiperactivos... por fin íbamos a intentar subirnos por esa pared de aparentemente roca esputnik.

Un día de preparativos por Huaraz, un segundo día largo para llegar al campo base y un tercer día para hacer las mochilas y subir con todo al pie de vía para empezar a escalar. Ese mismo día escalamos el primer largo, fijamos una de las cuerdas y bajamos a dormir a la base.

Al día siguiente ya empezamos a arrastrar todo por la pared... mierda! El petate pesaba muuuucho! Eso unido al barro, tierra y vegetación afincada en las fisuras, nos hizo escalar más despacio de lo pensado y decidimos bajarnos al base a por más comida para no fallar. Fijamos tres largos con las tres cuerdas dobles que llevábamos y a descansar un día al laguito.

Dos días más tarde volvíamos a subir, ya con las primeras luces llegamos al punto donde nos habíamos quedado. El tiempo es perfecto, la roca se ve ya más limpia, podremos escalar más.

Motivados, empezamos a ganar metros.

Lo peor, lo más duro: remontar el petate de reunión a reunión. Menos mal que estos chicos catalanes tienen mucho músculo jejejeje

Conseguimos llegar al vivac de los Italianos, ya habíamos escalado 9 largos.
Al día siguiente, casi después de otros tantos largos, llegábamos con las últimas luces al vivac de las Colerettes. Íbamos ganando altura y cuando había que hacer más fuerza de la debida se notaba, pero estábamos a gusto.

Al ser cara este por la mañana teníamos casi 6 horas de sol, lo que era igual a vida. A partir de las 12-13:00 del medio día este se escondía tras la arista y seguíamos escalando a la sombra, donde ya pasábamos bastante más fresco. Aunque no nos incapacitaba para seguir con los pies de gato y las manos.

Ya el tercer día llegamos a la arista, en la que la vía de los franceses llegaba a su fin y seguía el recorrido del primer ascenso al Jirishanca, el cuál venía por la otra vertiente. Ese mismo día fijamos el gran techo de hielo. Al día siguiente teníamos pensado subir con muy poco peso ya hasta la cima y volver a bajar hasta ese mismo punto; por esto tener fijado el techo nos iba a venir muy bien.

Lo que no sabíamos era que el tiempo estaba cambiando y ya, a la mañana siguiente, el cuarto día, entró el mal tiempo... nubes y mucho viento. Mediante el teléfono satélite pudimos confirmar con Zarela que ya poco teníamos que hacer allí arriba, ya que durante unos días el pronóstico era parecido. Decidimos entonces limpiar lo que habíamos fijado la tarde anterior y empezar a bajar.

Rápeles y más rápeles!

Ese mismo día, a última hora de la tarde, estábamos de vuelta en el campo base; un poco mosqueados por la duda de si habíamos hecho bien en bajarnos. Y, al mismo tiempo, felices! Habíamos escalado la vía, solo faltó la guinda.

Al día siguiente, nuestros ojos apuntaron a la cima.
Nos quedamos tranquilos, las nubes pasaban a una velocidad vertiginosa. Bien!

Tras 8 días de actividad, nos volvimos a Huaraz.

Ha sido una bonita experiencia junto a dos buenos amigos en un lugar espectacular. La roca de gran calidad, el tiempo muy bueno cuando escalábamos en roca, sin demasiado frío, una muy buena vía... combinación perfecta para pasarlo bien!


En el campo base, con el Jirishanca de fondo.


Reseña de la vía Tambo, Churros y Amigos.


Preparativos en Huaraz... secando las verduras para el couscous.


Campo base!


Marc en los primeros largos.


Acabando uno de los mejores largos de la vía.


Roger en el primer vivac, el de los Italianos.


Amanece... un poco de café con granola y a escalar.


Seguimos subiendo por largos de buena roca.


Único tramo de toda la vía en la que comparte metros con otra, la Japonesa.


Ice condition!


Segundo vivac, llegamos con las últimas luces, este ya es más pequeño.


Últimos largos de la vía, el paisaje, cuanto más alto, más guapo.


Fijando el techo de hielo.


El cuarto día, desmontando el techo de hielo para después bajarnos.


Entró el malo... empezamos a rapelar.


Bajando al campo base.


Marc, Roger y yo en el último vivac.... con el alimento básico.. Chocman!!!! jaja

Habrá que repetir, que se le coge vicio a esto ;)

4 comentarios:

edu dijo...

Muy buena actividad chavales...de estas se ven pocas por aquí.

Iker Madoz dijo...

Siii
A la siguiente te vienes ;)

Samu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Samu dijo...

Chapeau��!!