Se hace extraño ir a la Pradera de Ordesa para no escalar, es algo desconocido. Esta vez el plan es distinto, esta vez disfrutaremos de lo más alto del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Queremos enlazar, en dos días de travesía, todas las cumbres que podamos alcanzar, empezando por los Picos de Gabieto.
Marchamos de la Pradera la mañana del jueves, contentos y con ganas, sin saber la que nos venía encima. Un pequeño resumen de la caminata podría ser éste: un largo rato hacia arriba, pa abajo, pa arriba, pa abajo, pa arriba, pa abajo tendido, pa arriba, pa abajo, pa arriba pino, pa abajo suave, pa arriba, pa abajo, pa arriba, unos pequeños pa arribas y pa abajos, más unos fuertes pa abajos y pa arribas, pa arriba con calma y un infinito pa abajo.
Desde el parking subimos por las Clavijas de Carriata y pasando por los Llanos de Salarons llegamos a los Picos de Gabieto. Luego Taillón y pasando por el pasamanos de la Brecha de Rolando subimos al Casco y la Torre. Seguimos cresteando ascendiendo la Espalda, los Picos de la Cascada y Marboré. De aquí continuamos a media ladera hasta plantarnos en el ancho corredor que conduce al collado entre el Cilindro y una loma y, después de subirnos a la loma de la derecha, descendimos hasta el Pequeño Lago Helado para pasar la noche. A la mañana siguiente para desayunar tuvimos la Escupidera que nos depositó en la cumbre del Monte Perdido. Bajamos al Cuello de Monte Perdido y subimos al Soum de Ramond. Y para terminar hicimos Punta de las Olas. Desde este punto fuimos bajando hasta encontrarnos con la GR y la seguimos, pasando por el Refugio de Góriz, hasta la Pradera.
Es una preciosa pateada que merece la pena hacerla alguna vez. Recorres la hilera de montes de un lado a otro y el paisaje es de los de recordar.
Marcado con puntos verdes el recorrido.
Llegando a las Clavijas de Carriata.
Aritz en las Clavijas.
De llano a llano.
Entre los Picos de Gabieto y el Taillón.
Bajando del Taillón hacia la Brecha de Rolando.
Un pequeño tentempié.
Espectacular la Brecha.
En las laderas de la Torre. Detrás el Casco.
La Torre.
Hasta tuvimos que esmerarnos para pasar por algún paso de segundo imposible superior.
En el pedregal del Marboré.
A media ladera hacia nuestra última rampa.
Como veis en estos sitios todavía queda bastante nieve.
Monte perdido con la famosa Escupidera.
Que pereza salir del saco.
Al final de la Escupidera.
Bajando del Soum de Ramond. Una nieve asquerosa.
Última cumbre. El puñetero viento no nos dejó tranquilos ni a la noche.
Después de reponer fuerzas en el Refugio de Góriz toca tirar tres horicas hacia el parking. Muy bonito lo de las cascadas y el bosque, pero el último cacho se te atraganta.