Banzayous desde Bujaruelo, esta vez sí!!

Una vez más nos volvemos a engañar a nosotros mismos y nos ponemos rumbo a Bujaruelo a las 5:30 de la mañana desde Huesca. Esta vez somos tres los osados (Carlos, Edu y yo) que piensan pasárselo bien y no sufrir demasiado en una actividad ya conocida. Mentira, pasar nos lo pasamos genial, pero sufrir también. Algún día haremos esto sin sufrir (hay que ser optimistas). A las 7 y pico empezábamos a caminar con todo a la espalda hacia el collado de Bujaruelo.

Al llegar nuestras ilusiones se vinieron a bajo. Donde estaba la nieve que tanto "abundaba" en las caras francesas? Allí desde luego no! Nos pusimos los esquís 50 metros más abajo del collado de Bujaruelo e intentamos esquiar lo máximo posible de esa supuesta "gozosa" bajada. Al final, en el bosque, no hubo más cojones que meter los esquís en la mochila y volver a caminar. Esto se estaba haciendo más incómodo de lo que en un principio pensábamos. 

Y de nuevo para arriba, por fin con esquís. El circo se veía un poco escuálido, pero para ser en las fechas que estamos no estaba nada mal. Los muros de arriba tenían muy buena pinta... 

Hubo suerte y tras pasarnos un rato decidiendo nos metimos a la vía Banzayous. Estaba bastante bien, a ratos húmeda y a ratos seca, pero con suficiente hielo. Con los esquís en la mochila un poquito incómodos a la hora de dar machetazos.. ya que eran doble (primero al esquí y luego al hielo). Y poco a poco fuimos subiendo y pasando el rato más relajado del día. Se hacía mucho más llevadera que la pateada la verdad!!

Edu nos bombardeó un rato majo... y alguno pilló más cacho! jeje

Edu saliendo a la vira.

En el penúltimo largo, empezando a ver como la sombra sube por la pala del monte del este. El día iba llegando a su fin para dar paso a la oscuridad. 

A la salida del muro subimos unos metros antes de calzarnos los esquís, por la cosa esa de no tropezarse y pasar por el primer muro abajo en unos segundos. La frontal también hubo que ponérsela en el casco, para un rato largo además!

Para nuestra desgracia llegamos al refu de Serradets con los esquís y vimos que la bajada al collado de Bujaruelo estaba bastante pelada. Con nieve, pero no suficiente como para bajar esquiando (nosotros al menos). Así que nada, a patear un rato largo por un terreno no del todo "cómodo". 

Esta vez la noche no se parecía en nada a la de la anterior jabalinada. Hoy estaba despejado, sin viento y con luna llena. Había una visibilidad buenísima! Bajamos bajamos y bajamos hasta llegar al último paso delicado del día, al pista de Bosley del bosquecillo del camino que sale de Bujaruelo. Aquello era un "patinódromo" y, como no, alguno tubo que llevarse alguna caricia del suelo.

Empezamos y acabamos de noche, pero mereció la pena. Disfrutamos del sufrimiento. Esto lo digo ahora, después de haberme echado una siesta de dos horas y media!! Y nunca me echo siesta.

Ahora los recuerdos son buenos, así que habrá que realizar la trilogía...