Marquises.

Cada día que voy, más gusto le cojo a esta infinita pared. La cantidad de vías que por sus paños transcurren son infinitas. Si las líneas abiertas se iluminasen, habría más que en una ciudad. Todo lleno de líneas, muchas abiertas y otras todavía por abrir. Una pared en la que tienes vías para una vida.

En la pared de Cataluña de Montrebei habrá de todo, viotes, vías y ponzoñas. La 'Marquises' igual no se puede comparar con una vía como la 'Barra del Bar', pero no quedaría lejos. Es una línea con muchos años, una de las líneas que mejor se ve desde abajo, pero es cojonuda. Disfrutamos y miseriamos a lo largo de la vía. La mayoría está compuesto por fisuras y diedros muy buenos.

El grado a lo largo de la vía es bastante asequible, pero el poquísimo equipamiento lo compensa. De todas formas tiene un par de largos de buenos apretones. Los largos practicamente limpios y las reuniones algunas a reforzar. El largo de Ae (que sale 7a) tiene seis buriles móviles, de estos que se te mueven en círculos cuando llegas muy justo a pasar el mosquetón por el mini-agujero. Es decir, una maravilla. Cuidado con intentar en libre el comienzo de este largo, con el chicleo de la cuerda puedes picar suelo.

Egoitz en el segundo largo. El chico se movía como los ángeles y nos llevaba a fuego.

Sergio llegando a la segunda reunión.

Mientras uno se arrastra como un poseso los demás intentamos que el momento se quede para la posteridad. Curiosa foto.

Egoitz empieza a sacar sus largas extremidades de las profundidades de Montrebei. 

El mismo largo un poco más arriba. Después de la arrastrada viene una fisura con enormes cantos muy bonita.

En el quinto largo

Acabando el quinto largo.

Egoitz teme por su salud y pasa más miedo de lo que devía.

Tras el séptimo largo viene un largo de Vº. Cuidado con este largo!!!! En la reseña parece que hay que ir a la derecha a mitad de la chimenea, pero no. Lo que hay que hacer es meterse más hacia adentro a mitad de la chimenea, para pasar al otro lado de la entosta que forma la chimenea con la pared. Llegarás a una repisa con dos clavos. O sino se puede montar encima de la entosta. Una gran repisa 4 metros más arriba de la verdadera reunión.

El noveno largo, brutal!!! Una fisura limpia y continua con un final muy cabrón. La fisura te va hinchando (está ligeramente desplomada) hasta llegar al reposo de debajo del techo, donde hay un excentrico empotrado a muerte. Y aquí viene el grán apretón, levantarse encima del techo, te vacía.

Sergio en medio de la levantada, ánimooo!!

Se acabó. Un último largo bonita y de buena roca nos conduce hasta la salida. Los dos últimos largos los tuvimos que hacer al sol y nos sentimos un poco como en un tostadero, pero bueno solo fueron dos.

En definitiva una vía totalmente recomendable y de disfrutar. Viene bien ir rodado, que los largos no se dejan.